Fortaleciendo Alianza Ruso 2 -- Antes de la Reunión

martes, 7 de diciembre de 2010

Yao lo abraza…

-- Yao~ -- lo recibe en sus brazos.

-- ¿Qué? -- Lo mira a los ojos.
-- Chu~ -- le da un beso profundizando rápidamente con su lengua.

-- Ah... Rusia... déjame un poco -- Se separo.

-- ¿Eh?... ¿qué sucede Yao?... ¿te apreté mucho?...

-- Eh... no... -- miro hacia un lado sonrojado -- es que... puede venir alguien...

-- Siempre te preocupa que alguien llegue a vernos... -- se acerca a sus labios posando los suyos suavemente -- pero ¿sabes?... no es un secreto para nadie nuestra relación... -– sonríe.

-- Lo sé aru, pero no es eso… -- le da un pequeño beso -- es que nos pillen en “eso” aru…

-- ¿Eso?... -- sonrió con picardía lamiendo su cuello -- ¿a qué refieres con “eso”?

-- Tu sabes... eso... sexo, aru -- dejo que el otro le lamiera el cuello sonriendo de medio lado -- me haces cosquillas Aru.

-- Ju... -- mordió le suave piel de China dejando una marca en esta.

- Ahm... -- se quejo un poco arqueando su espalda, cerrando sus ojos y estremeciéndose.

-- Lo empujo sobre la mesa apoyándose sobre este -- tenemos el suficiente tiempo antes de que lleguen los demás...

-- A-ah… -- sin alcanzar a protestar beso al chico y abrió sus piernas para que tuviera más espacio después de todo, el también lo extrañaba.

-- Acaricio su entrepierna apretándola ligeramente -- ¿dejaras que lo haga aquí?... -- toco su rostro.

-- Ahh... Iván, no es correcto aquí... -- Su cuerpo tremendamente sensible comenzó a acalorarse por las caricias de Rusia -- no... Iván, detente…

-- Sonreía ante las reacciones de China, abrió con su otra mano la ropa de este si dejar de acariciar su entrepierna -- ¿acaso no es más excitante así Yao?

-- A-ahhh... -- debía aceptar que Iván tenía razón, el peligro de que los fueran a pillar era realmente excitante, aceptando por fin las caricias del contrario, se dejó acariciar y tomo su rostro para besarlo -- lo pagaras Aru… -- lo miro a los ojos sonrojado, estremeciéndose.

-- Ju… -- rio ante la amenaza del otro –- claro Yao… estaré dispuesto a pagarte cualquier cosa… -- beso el pecho del asiático cuando este estuvo a su vista.

-- M-maldito… -- enredo sus manos en el cabello del chico, gimiendo quedito con unos cuantos suspiros.

-- Maldíceme todo lo que desees Yao… -- dijo sarcástico – ya sabes que esas cosas no funcionan conmigo… -- esta vez su mano desabrocho el botón y bajo la cremallera del pantalón del otro dando espacio a que su mano entrase.

-- Ah… -- se sonrojo aun más, ahora hasta las orejas por el toque repentino del ruso. Cuando pudo relajarse su mano se guio hasta el vientre y luego a la entrepierna de Iván, apretándolo suavemente con una sonrisa de medio lado -- Iván, estas duro...

-- Claro que lo estoy… -- esta vez su mirada ya era algo más seria, aunque su sonrisa aun se mantenía en su semblante –- ver tu rostro y escucharte gemir me excita… -- poso sus labios en uno de los pezones de Yao y lo lamio.

-- Ah... n-no... digas algo tan vergonzoso -- comenzó a mover descaradamente sus caderas gimiendo cada vez mas quedito, ya estaba tremendamente duro, implorando bajito por mas -- Ah... Iván...

-- Está bien… -- sonrió entendiendo a la perfección lo que deseaba China en aquel momento, tomo con ambas manos su pantalón desabrochándolo sacando su propio miembro, cerca de ellos había unos pequeños platos con margarina la que uso como lubricante una vez hubo quitado los pantalones del asiático -– no hay mucho tiempo antes que los demás lleguen… -- sonrió.

-- ¡E-Entonces hazlo ya! -- le reclamo con los ojos entrecerrados, sonrojado tomando su nuca y besándolo profundamente, mientras abría sus piernas masturbando el miembro del otro.

-- Dio un jadeo ahogado cuando el otro comenzó a masturbarlo, después de dejarle un momento que lo hiciera procedió a penetrar territorio Chino, comenzando con sus movimientos un poco bruscos.

-- Ahh... Iván -- movió su cadera en contra del contrario aunque le dolía un montón, su entrada y la enorme extensión de Rusia -- Ahh... -- Su mano se fue a su boca para no poder gemir, y así Rusia no le oyera.

-- Apenas observo como el otro tapo su boca la quito afirmando ambas desde las muñecas contra la mesa, firme. Sus movimientos eran profundos y un tanto hoscos -- ¿te lastimo demasiado… Yao? – rio malicioso.
-- ¡¡Ah!! IVAN, no... No tan fuerte -- Sus ojos comenzaron a brotar lágrimas. Paró de mover su cadera pues ya le dolía bastante a pesar de estar lubricado, sin embargo se sentía fatal -- No... Iván, me rompo, me lastimas... -- lo miro a penas.

-- Um… -- hizo un pequeño puchero para disminuir la intensidad de sus movimientos –- disculpa Yao… creo que me excedí… -- susurro mientras mordía suavemente su oído.

Agradeció que Iván disminuyera la intensidad, ahora disfrutando más, llevando su mano a acariciar su propio miembro, comenzado de nuevo con las ondulaciones en su cadera.
No quería decir más, beso a Iván de nuevo, a pesar de su brusquedad, lo quería, no, lo amaba, y era ese amor que hacía que lo soportara.

Los movimientos continuaron, hasta que el calor en el interior de Rusia aumento, y sus gemidos aun ahogados ahora eran más audibles. Los movimientos en ambos eran más rápidos, aunque de parte del ruso más cuidadoso, el calor había inundado toda la habitación.

-- ¡Ahhh! Iván... me corro -- aviso sin más moviendo su cadera y luego masturbándose con las dos manos, mirando a los ojos de Rusia -- Ahh... -- apretó su esfínter comenzando a correrse, sabiendo que aquello succionaría a Iván.

-- Ha… Yao… me has manchado – sonrió mientras llevaba un poco del liquido a sus labios -– pero… tendrás que resistir hasta que me corra… -- lo tomo firmemente continuando con sus movimientos hasta que se corrió en el interior de China.

Quedó en silencio después de la corrida de Rusia, oyendo como Alfred llegaba junto a Arthur.

-- Ahh Iván, parame... aru… no me puedo mover -- se sentía avergonzado, aun estaba manchado de su propio semen y aun mas, aun se encontraba con sus genitales al aire.

-- Ju… -- sonrió –- no te preocupes -– tomo una servilleta y limpio su cuerpo y arreglo sus ropas para dirigirse a la puerta – descuida Yao… los distraeré unos momentos hasta que estés presentable… -- y se topo de frente a ambas naciones manteniéndolas “ocupadas” como solo el sabia hacerlo.

Yao suspiró pesadamente pues en realidad no estaba tan mal como fingió. Se levantó y caminó cojeando, diablos Rusia sabia como maltratarlo sexualmente. Salió saludando al resto de los chicos y luego fue a la sala de junta, mirando el asiento poniendo una mueca al sentir el dolor con solo pensarlo.
-- Rusia tomo asiento junto a él mientras ambas naciones los observaban, las miradas de Arthur y Alfred se paseaban de China a Rusia y viceversa -- ¿sucede algo? -– pregunto finalmente con su ya típica sonrisa.

-- Oh... no nada, pero parece que Yao no se ve muy bien -- dijo Arthur mirando a China, tomando una galleta y comer.

--... estoy bien -- aun no se sentaba solo estaba detrás de su asiento esperando que el dolor se le pasara un poco, aunque sea un poco.

-- Ha… se preguntan por qué no se sienta aun ¿no? -– sonrió había dado en el clavo y los tres lo miraron atónitos –- son tan predecibles… entonces les diré… -- miro a Yao de reojo y luego volvió la vista a ambos que le miraban – golpee a China accidentalmente por lo que ahora no puede sentarse… da… -- no esperaba que le creyeran pero le bastaba con que fingieran que sí.

-- Claro... y le pegaste en el trasero -- Inglaterra hablo sin tomarle mucha atención estaba concentrado en lo delicioso que estaban las galletas.

--... V-voy a buscar a Kiku -- se retiró dejando a los chicos solos, pues no quería discutir con ellos, buscando al asiático.

-- Supongo que al final te lo "comiste" -- dijo Alfred con una sonrisilla.

-- ¿Ha?... –- lo miro inocentemente -- ¿de qué hablas Alfred?… solo lo golpee como podría hacerlo contigo ahora… da…

-- Hiugh... -- miró a China hablando con Kiku -- ¿eh? que lindo se ven dos asiáticos juntos -- le sonrió a Rusia intentando molestarlo.

-- Rusia se volteo a verlos, no dejaría que el otro le molestase –- claro, después de todo Yao le crio… era tan adorable Japón de pequeño… -- soltó una risilla mirando a Alfred – seguro tu también lo eras…

Alfred ignoro a Rusia y Japón entro con China, ambos juntos si se veían bien, Alfred en eso tenía razón.

-- Entonces quedamos en esa…

-- Entonces quedamos en eso -- dijo China finalmente recibiendo una sonrisa de Japón.
China miro el asiento de nuevo y al final se sentó mientras Japón lo observaba preocupado.
Como era de costumbre para Rusia, observaba en silencio las acciones de los demás y disfrutaba en ver las discusiones que se generaban a la hora de las reuniones, especialmente las peleas entre Alfred, Arthur y Francis, y aun más a Ludwig alterado por el desorden.

China estaba inquieto con las miradas que le echaba Japón, algo lindas y desafiantes, se sentía un tanto intimidado por este, con sus manos y mirada abajo, poniendo nula atención a la reunión.
A pesar de las constantes peleas y discusiones tontas, se podía sentir una ambiente pesado en la sala. Pero por suerte para muchos la reunión se había dado por terminada y las naciones comenzaron a marcharse.

-- Yao~ -- se acerco Rusia a China –- ¿te irás conmigo a casa?...
-- Ah, me da igual total mi casa queda de camino -- dejo que lo abrazara y luego se acerco Japón -- ¿qué pasa Kiku?

-- Yo también... eh... ¿puedo ir con ustedes? -- miro a Yao simplemente, fulminando con la mirada a Rusia, igual a cuando era niño.

-- Claro… no hay problema a que nos acompañes… -- sonrió amablemente aunque sabía que nunca llegarían a llevarse, prefería ahorrarse los problemas y no molestar a Yao.

Se sentía incomodo entre Kiku e Iván pues Kiku a veces podía llegar a ser violento solo con la mirada de amenaza. Suspiro pesadamente, debían dejar a Kiku en su casa primero antes de irse a su casa.

-- Iván, iré a dejar a Kiku, ¿me acompañas?

-- Claro Yao… -- no dejaría a su China a solas con Japón, no lo haría por ningún motivo.

-- Gracias… -- de alguna forma sonrió de una manera linda, pero Kiku se lo llevo tomando de su mano, alejándolo de Rusia mientras un incomodado Yao se volteaba a sonreírle avergonzado y pedirle disculpas con una mano.

-- Rusia solo asintió a su disculpa con una sonrisa estaba realmente molesto, por aquella actitud pero sabia disimularlo bastante bien. Finalmente al llegar a casa de Kiku ambos se quedaron de pie en la entrada mientras Yao intercambiaba unas últimas palabras con Japón.

Se despidió al fin de Japón y pronto vio la nieve que caía de camino, aun estando en las localidades de Japón.

-- Se parece a Rusia con tanta nieve… -- hablo por la prefectura de Hokkaido sonriéndole a Rusia y riendo un poco, mientras hacia una bola de nieve y se la plantaba a Rusia en el cuerpo.

-- Si… -- dijo suavemente, al tiempo que formaba una bola el también arrojándola al otro – pero… es mas frio en casa…

-- Se rio un poco y al final tomo la mano de Rusia, estaba fría, tan fría como la nieve. Lo atrajo con fuerza y finalmente lo beso en los labios -- Vamos a casa…

~Fin~

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